La entrada de hoy pretende ser un acicate para la reflexión acerca del modelo de salud que se nos pretende vender en la televisión actual.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de ver un programa de esos que se denominan "reality" y que, desafortunadamente, están tan de moda desde hace años. Los hemos visto de todas las burradas posibles: encerrados en una casa durante meses, "soltados" en islas perdidas, buscando talentos dentro del mundo del fútbol, en un hotel, etc.
La novedad en esta ocasión es que se trata de un tema de actualidad y a la vez de gran interés entre la población: la salud y la actividad física.
Dos conceptos comúnmente relacionados pero cuyas relaciones no se pueden resumir de manera tan simple como la ecuación ejercicio físico=salud o, peor aún, ejercicio físico= pérdida peso=salud.
La salud es un concepto multidimensional y complejo, que necesita considerarse desde una perspectiva holística e integradora para poder abordarlo en toda su amplitud. Omitir alguna dimensión o simplificarla a los aspectos mecánicos y biológicos, puede resultar realmente peligroso, más aún si se actúa sin ningún criterio médico y lógico.
En este sentido, son varias las orientaciones desarrolladas para promocionar la actividad física relacionada con la salud que inciden en el ámbito de la condición física. De forma esquemática podemos encontrar el Paradigma de la Condición Física (Devís y Peiró, 1993), la Perspectiva Mecanicista (Devís y Peiro, 2001) o la Perspectiva de Resultado (Devís y Samaniego, 2003). Todas ellas, con sus matices particulares, vienen a proponer un modelo de desarrollo o promoción de la salud centrado en los aspectos cuantitativos, que se basa en las adaptaciones orgánicas y funcionales, que fomentan una "clientela" que no tiene voz ni voto en el proceso de realización de las actividades físicas y que limita su participación a la repetición y aceptación de lo que el experto o profesional le sugiere.
Como vemos, limitar la promoción de la actividad física exclusivamente a estas perspectivas, puede acarrear errores conceptuales de partida que, a buen seguro, desembocarán en prácticas erróneas y desaconsejadas (muchas de éstas heredadas por tradición y de dudosa justificación científica). Pues bien, muchas de estas prácticas y creencias tienen gran protagonismo en el Método Osmin.
Dos conceptos comúnmente relacionados pero cuyas relaciones no se pueden resumir de manera tan simple como la ecuación ejercicio físico=salud o, peor aún, ejercicio físico= pérdida peso=salud.
La salud es un concepto multidimensional y complejo, que necesita considerarse desde una perspectiva holística e integradora para poder abordarlo en toda su amplitud. Omitir alguna dimensión o simplificarla a los aspectos mecánicos y biológicos, puede resultar realmente peligroso, más aún si se actúa sin ningún criterio médico y lógico.
En este sentido, son varias las orientaciones desarrolladas para promocionar la actividad física relacionada con la salud que inciden en el ámbito de la condición física. De forma esquemática podemos encontrar el Paradigma de la Condición Física (Devís y Peiró, 1993), la Perspectiva Mecanicista (Devís y Peiro, 2001) o la Perspectiva de Resultado (Devís y Samaniego, 2003). Todas ellas, con sus matices particulares, vienen a proponer un modelo de desarrollo o promoción de la salud centrado en los aspectos cuantitativos, que se basa en las adaptaciones orgánicas y funcionales, que fomentan una "clientela" que no tiene voz ni voto en el proceso de realización de las actividades físicas y que limita su participación a la repetición y aceptación de lo que el experto o profesional le sugiere.
Como vemos, limitar la promoción de la actividad física exclusivamente a estas perspectivas, puede acarrear errores conceptuales de partida que, a buen seguro, desembocarán en prácticas erróneas y desaconsejadas (muchas de éstas heredadas por tradición y de dudosa justificación científica). Pues bien, muchas de estas prácticas y creencias tienen gran protagonismo en el Método Osmin.
No es novedoso que los diferentes organismos internacionales alertan de la alarmante subida de enfermedades relacionadas con malos hábitos en general y con los estilos de vida inactivos. Pues de esto precisamente se ha aprovechado una cadena y la persona que se convierte en el conductor del programa.
No voy a ponerme a juzgar sobre cómo se gana la vida cada uno, pero sí quiero denunciar que la mercantilización de la salud adquiere una nueva dimensión con este tipo de programas que, por extensión, nos afecta directamente a todos los que nos dedicamos a educar ciudadanos activos y crear hábitos saludables entre los más jóvenes, puesto que transmiten modelos y prácticas profesionales opuestos a los principios éticos de todo profesional de la actividad física y el deporte.
No voy a ponerme a juzgar sobre cómo se gana la vida cada uno, pero sí quiero denunciar que la mercantilización de la salud adquiere una nueva dimensión con este tipo de programas que, por extensión, nos afecta directamente a todos los que nos dedicamos a educar ciudadanos activos y crear hábitos saludables entre los más jóvenes, puesto que transmiten modelos y prácticas profesionales opuestos a los principios éticos de todo profesional de la actividad física y el deporte.
En una cadena televisiva muy conocida por su "apuesta por el deporte", aunque la mayoría de las veces el deporte es visto de manera hegemónica como fútbol, han importado un programa (reality como dije anteriormente) donde el objetivo es, supuestamente, a poner en forma a aquellas personas que lo solicitan, sometiéndose en cuerpo y alma a las bondades del método en cuestión.
La actividad física relacionada con la salud debe promover el bienestar integral de las personas.
Hasta aquí todo parece más o menos normal, el problema reside, bajo mi punto de vista, en dos aspectos íntimamente relacionados: la persona que lo lleva a cabo y la forma en que lo plantea, es decir, el método que sigue.
El personaje al que me refiero es un tal Osmin y su método se conoce como el "método Osmin".
Bajo una apariencia peculiar, que no sé cómo calificar, este individuo se disfrazada y se autoproclama entrenador personal y la gente lo contrata para perder peso y "¿ponerse en forma?"... No he investigado mucho sobre su formación, pero viendo la presentación donde se hace una breve síntesis de su historia personal y profesional, no recuerdo haber oído ninguna mención a una titulación universitaria o, cuanto menos, a una titulación académica de carácter reglado.
Dentro de su método todo vale para lograr el objetivo de perder peso: insultos, humillaciones varias, ejercicios desaconsejados, ejercicios sin sentido, sobre ejercitar a las personas, irrumpir en su vida personal, etc y lo que resulta más paradójico, es que todo es aceptado por aquel o aquella que se somete a su método de manera sumisa.
Por ejemplo, desde el Colegio Profesional de Protésicos Dentales de Aragón, el código deontológico se define como
CÓDIGO DEONTOLÓGICO COLEGIO LICENCIADOS EN CIENCICIAS DE LA ACTIVIDAD FISICA Y EL DEPORTE
CÓDIGO ÉTICO DEL DEPORTE POR EL CONSEJO DE EUROPA
CÓDIGO DEONTOLÓGICO ASOCIACION ESPAÑOLA ENTRENADORES TAEKWONDO
CÓDIGO DEONTOLÓGICO ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE ENTRENADORES PERSONALES
Probablemente muchos de vosotros ya lo conoceréis pero, como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, os dejo un vídeo de presentación del personaje y de su método....
Bajo una apariencia peculiar, que no sé cómo calificar, este individuo se disfrazada y se autoproclama entrenador personal y la gente lo contrata para perder peso y "¿ponerse en forma?"... No he investigado mucho sobre su formación, pero viendo la presentación donde se hace una breve síntesis de su historia personal y profesional, no recuerdo haber oído ninguna mención a una titulación universitaria o, cuanto menos, a una titulación académica de carácter reglado.
Dentro de su método todo vale para lograr el objetivo de perder peso: insultos, humillaciones varias, ejercicios desaconsejados, ejercicios sin sentido, sobre ejercitar a las personas, irrumpir en su vida personal, etc y lo que resulta más paradójico, es que todo es aceptado por aquel o aquella que se somete a su método de manera sumisa.
En el vídeo siguiente se ejemplifica todo lo que estamos explicando:
Como en toda profesión, entre los profesionales de la actividad física y el deporte, sea el ámbito que sea, existe un código de buenas prácticas o código ético que todos los que tratan con personas deben conocer y respetar.
Por ejemplo, desde el Colegio Profesional de Protésicos Dentales de Aragón, el código deontológico se define como
"conjunto de normas y deberes dirigidos a un colectivo de profesionales
para guiar el ejercicio de su profesión desde una perspectiva ética. Por tanto,
en un documento de esta índole no se hace referencia necesariamente a como son
los hechos de las cosas, sino a como debieran ser, a cuáles son los valores que
deben alumbrar nuestra práctica diaria. No se trata ahora de establecer cual es
la mejor técnica o como funciona tal o cual material, se trata de definir lo
que está bien o lo que está mal, aquél comportamiento que es el más correcto en
nuestra actividad profesional"
Devís y Samaniego (2001) plantean una interesante reflexión sobre la ética en la promoción de la actividad física relacionada con la salud. Entre otras cuestiones, advierten del error que se incurre cuando las cuestiones éticas no ocupan un lugar de primer orden en la promoción de la actividad física relacionada con la salud.
Como muy bien afirman, ésta (la ética) debe formar parte de las actividades profesionales de los seres humanos, porque sirve para orientar el servicio social que ofrecen a la sociedad, así como para evaluar si se cubren las necesidades personales y sociales que justifican y legitiman a las profesiones, aspecto éste de importancia capital en nuestro caso.
Para Devís y Samaniego "la promoción de la actividad física relacionada con la salud debe atender y valorar las repercusiones de las diversas actuaciones que realiza como una exigencia de ética profesional" (p. 341)
En este sentido, se hace necesaria una profunda reflexión sobre las consecuencias de las acciones personales y profesionales que desarrollemos en cada uno de los ámbitos de actuación. Es decir, reflexionar y asumir las consecuencias directas e indirectas de todas las intervenciones encaminadas a promocionar la actividad física relacionada con la salud.
En este sentido, Devís y Samaniego plantean unos imperativos morales de partida, entendidos como deberes de primer orden que deben ser cumplidos y nunca como mandatos absolutos de aplicación universal y rígida. Dichos imperativos dan lugar a los principios éticos, cuya aplicación final debe atender a las consecuencias y circunstancias de los casos concretos.
Los principios éticos a los que se refieren son:
1.- Principio de utilidad: relacionado con la elección de estrategias que maximicen los beneficios y minimicen los daños hacia la salud y no dar por supuesto que toda actividad física es beneficiosa en sí misma.
2.- Principio de autonomía: relacionado con la libertad y la intimidad de las personas, rechazando toda coacción. La autonomía se orienta hacia la toma de decisiones informadas sobre la actividad física que realizan las personas, fomentado su emancipación.
3.- Principio de justicia: relacionado el beneficio que obtienen las personas por acceder en igualdad de condiciones a los programas de actividad física. Es decir, el acceso igual o trato igual a todos no garantiza beneficios sobre la salud, probablemente puede llegar a ir en contra de éstos. El principio de justicia se orienta hacia la individualización y el igual respeto, porque trata por igual a las personas en los aspectos que lo son y diferente en aquellos en que difieren.
4.- Principio de responsabilidad: referido a las consecuencias y obligaciones de las acciones personales y profesionales tanto actuales o inmediatas como futuras, tanto para las personas como para el medio donde se desenvuelven.
Para finalizar con esta crítica, tal y como empecé, me gustaría volver a hacer una llamada a la reflexión sobre las formas de ver la salud y la actividad física relacionada con la salud existentes en la sociedad actual, puesto que las distorsiones e ideologías que la presiden están arraigando fuerte entre algunos colectivos como pueden ser los adolescentes o los obsesionados con el culto al cuerpo y a la estética corporal, generando una falsa conciencia acerca de lo que significaría una actividad física saludable y una sesgada y superficial noción de salud. Desde el colectivo de profesores de Educación Física debemos abordar en nuestras clases esta problemática y fomentar la reflexión entre nuestro alumnado que les capacite para reconceptualizar sus creencias y prácticas corporales hacia un contexto de bienestar.
Para finalizar con esta crítica, tal y como empecé, me gustaría volver a hacer una llamada a la reflexión sobre las formas de ver la salud y la actividad física relacionada con la salud existentes en la sociedad actual, puesto que las distorsiones e ideologías que la presiden están arraigando fuerte entre algunos colectivos como pueden ser los adolescentes o los obsesionados con el culto al cuerpo y a la estética corporal, generando una falsa conciencia acerca de lo que significaría una actividad física saludable y una sesgada y superficial noción de salud. Desde el colectivo de profesores de Educación Física debemos abordar en nuestras clases esta problemática y fomentar la reflexión entre nuestro alumnado que les capacite para reconceptualizar sus creencias y prácticas corporales hacia un contexto de bienestar.
Para consultar más códigos éticos profesionales, os dejo algunos enlaces que tratan este aspecto desde la perspectiva propia de cada profesión:
CÓDIGO DEONTOLÓGICO COLEGIO LICENCIADOS EN CIENCICIAS DE LA ACTIVIDAD FISICA Y EL DEPORTE
CÓDIGO ÉTICO DEL DEPORTE POR EL CONSEJO DE EUROPA
CÓDIGO DEONTOLÓGICO ASOCIACION ESPAÑOLA ENTRENADORES TAEKWONDO
CÓDIGO DEONTOLÓGICO ASOCIACIÓN PROFESIONAL DE ENTRENADORES PERSONALES
Referencias bibliográficas esenciales:
Devís, J. y Peiró, C (1993): La actividad física y la promoción de la salud en niños y jóvenes: la escuela y la educación física. Revista de Psicología. pp 71-86. VER ARTICULO COMPLETO ON LINE
Devís, J. (2000) (coord): Actividad física: deporte y salud. Barcelona. Inde.
Devís, J. y Peiró, C (2001): Fundamentos para la promoción de la actividad física y relacionada con la salud. En José Devís (coord) La educación físca, el deporte y la salud en el S. XXI. Alcoy. Editorial Marfil. pp. 295-321
Devis, J. y Samaniego, V. (2001) La ética en la promoción de la activiad física relacionada con la salud. En José Devís (coord) La educación físca, el deporte y la salud en el S. XXI. Alcoy. Editorial Marfil. pp. 341-355
Devis, J. y Samaniego, V. (2003): La promoción de la actividad física relacionada con la salud. La perspectiva de proceso y resultado. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Vol 3. pp. 69-74. VER ARTICULO COMPLETO ONLINE
Vivimos en una época dominada por los "Mass media", todo por y para la audiencia. Cuando lo único que cuenta es el Share televisivo aparecen este tipo de programas. Entrenadores que de forma circense se dedican a desprestigiar nuestra profesión, los años de estudio y el buen hacer de tantos profesionales. A cambio tenemos un suculento programa, basado en algo que sorprendente mente al telespectador Español le gusta mucho, como es la burla, humillación y degradación de nuestros iguales. Con el resultado de una parodia ridícula y nada más alejada de la realidad de lo que supone un programa personalizado de pérdida de peso.
ResponderEliminarComo he mencionado alguna vez, dale al pueblo vino y circo y estará entretenido, pero debemos empezar a juzgar lo que vemos a nuestro alrededor y en nuestra mano tenemos el poder de apagar esa caja mágica que en muchas ocasiones nos abotarga y nos convierte en marionetas en manos de unos cuantos directores de programación. Felicidades por el "post" y por transmitir los valores que se suponen en nuestra profesión.
PESCADO , AGUA Y ENSALADA ES UNA ESTAFA!!! Att; Ana Aparicio Acedo 2ºBAT
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